Investigadores Invitados
La matriz fantasma (Viejas estructuras, nuevas glorias)
Beto Shwafaty
Artista visual
Traducción: Ana Iribas Rudín (Arte Traducciones)
La matriz fantasma (Viejas estructuras, nuevas glorias) era una nueva obra de encargo que dio lugar a una instalación que se fue transformando en sucesivos momentos. Elaborada en el marco de Situ Project 1, en São Paulo, constaba de un molino de madera, de 150 años de antigüedad, para moler caña de azúcar, un motor eléctrico y otros componentes.
Este proyecto, realizado en respuesta a un lugar específico, se basó en una investigación histórica y geográfica del distrito de Butantã, en São Paulo. Indagando sobre el pasado colonial del lugar, descubrí que en el siglo XVII, el primer molino de caña de azúcar de São Paulo se construyó allí (en lo que entonces se llamaba la granja Ubatatá). Estos molinos eran ingenios que se usaban para moler caña de azúcar y eran movidos por humanos (esclavos) o por tracción animal (vacas o caballos). Se los puede considerar como una de las primerísimas matrices económicas y dispositivos proto-industriales empleadas en la exploración de las colonias globales. Este artefacto es, por lo tanto, una especie de testimonio de un tipo especial de relación entre el poder y la propiedad del suelo que precede lo que sería el modelo estructural del territorio brasileño, que ha sido hegemónico durante los últimos 250 años y que está lejos de haber sido superado: todavía hoy, este modelo se expresa en una reciente urbanización lastrada con muchos problemas que provienen de una sociedad patriarcal y patrimonial cuyos poderes políticos, económicos y sociales se concentran en manos de una pequeña élite que, por extensión, también posee vastas porciones de tierra.2
Así que me pareció interesante volver atrás y referirme a ese tipo de ‘raíces económicas’ olvidadas para marcar un contraste entre un pasado ignorado y las nuevas retóricas de modernización y desarrollo que llenan las numerosas promesas vacías de progreso, así como las ficcionalizaciones de la historia local, que oblitera la violencia colonial y sus destrucciones (de la naturaleza y de sus poblaciones) para favorecer la construcción de una identidad nacional pseudo-europea (y blanca) impuesta que elogia tales procesos como heroicas conquistas de la nueva tierra. Y el empleo de todos estos elementos ha sido clave tanto para la idea de São Paulo como una megalópolis global e industrial como para la problemática herencia de la esclavitud, que todavía sigue resonando en las muchas formas de opresión racial y exclusión hoy en día.
En esta intervención espacial y pública, utilicé un molino de azúcar de madera original, considerándolo como un artefacto con el que podía estructurar el proyecto completo, con el fin de tratar las nociones de narrativas históricas, memoria y desaparición y, en este sentido, articular la materialidad intrínseca de estas esferas con sus agenciamientos conceptuales. La fase cero consistió en localizar, comprar y transportar el molino. La fase uno incluía su exposición en su estado bruto inicial. Movimientos posteriores supusieron poner el molino en marcha sin producir nada (usando un motor eléctrico), su ulterior desmantelamiento y la reorganización de sus piezas en una suerte de cuadrícula de catalogación, parecida a las que se usan en procesos forenses, en lugares donde ha habido accidentes o incluso en el desmantelamiento y la disección de viejos artefactos. La última fase del trabajo en ese lugar consistió en quitar todas las piezas del espacio, dejando sobre el suelo las huellas de las partes del molino, así como una banda sonora de grabaciones relacionadas con los estadios funcionales del molino y los procesos de trabajo que se llevaron a cabo en las diferentes fases del proceso.
Mi intención, al traer este tipo de máquina colonial de vuelta al barrio donde apareció por primera vez, era la de provocar una colisión entre dos épocas históricas diferentes. Y lo que podría considerarse como una simple operación de rescate de un hecho histórico se convirtió en un proceso de desplazamiento, presentación, desmaterialización y desaparición. Esta pieza colonial, un aparato proto-industrial, se convirtió en un artefacto vivo que desapareció de nuevo durante su propia exhibición, evocando el mismo proceso de borrado y desaparición que permea el desarrollo espacial de las ciudades, así como la historia misma del urbanismo y también las economías y culturas que le dan forma. Con estas acciones sucesivas reflexiono sobre la noción de ‘patrimonio’ que se da en paralelo con la erradicación inminente de ciertos edificios históricos, culturas, información y sociedades. Al final, la obra ofrece un espacio para la reflexión que hace posible preguntarse si el proyecto de modernización en Brasil supuso una ruptura efectiva con su pasado colonial o si, de hecho, es solo la continuidad de un proceso de colonización, con su lógica de represión aún vigente en tantos contextos.
Está en proyecto el desarrollo de una última fase, en la que todos estos elementos y realidades se podrían unir en una nueva muestra, conformando una exposición material que fuera una superposición de tiempos, espacios y narrativas.
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Colección de artefactos
Lo que aquí sigue, como un ensayo de imágenes, es un boceto para esta situación, para una posible vida más allá de este proyecto, donde la voz desmantelada (el molino de caña de azúcar) coexistiría con otros artefactos históricos y culturales que son, por su extensión, pruebas de la cadena, considerablemente mayor, de relaciones y redes que ya estaban articulando la explotación de una economía global y colonial que fundamenta lo que hasta hace poco hemos denominado globalización, así como sus implicaciones por lo que respecta a los drásticos efectos que estamos experimentando en la llamada nueva era, el antropoceno.
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Koster-Henry, A Sugar Mill (Un molino de azúcar), ca. 1793-1820, Viajes por Brasil. Fecha de publicación: 1816. Londres: Longman, Hurst, Rees, Orme y Brown. Información de la imagen |
Vue d’engenho real au Brésil, dit aussi vue d’une sucrerie au Brésil (Vista del ingenio real en Brasil, también llamado vista de una azucarera en Brasil). Óleo sobre lienzo. 117 x 167 cm. (Museo del Louvre, ca. 1650-55.) |
Small Portable Sugar Mill (Pequeño molino de azúcar portátil), por Jean Baptiste Debret (1768-1848, Francia).
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Este trozo de caña fue traído de las Antillas por el soldado R. W. Cattely, del 1er Batallón, el Comando Connaught. La guarnición de Barbados era una de las más grandes del Caribe. Las tropas británicas se acantonaron en la isla durante los siglos XVIII y XIX antes de retirarse en 1905. National Army Museum, Londres. National Army Museum, London. |
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Gente llevando caña para ser machacada por este molino de viento en Barbados, Caribe (sin fecha). |
Una sección de la cubierta de hormigón vaciado de Tate & Lyle’s, refinería de Love Lane, Liverpool, en construcción. Fotografía: 1956 ©Historic England Archive, ref. OP02386. |
Una bolsa de azúcar de Tate & Lyle lleva un eslogan anti-nacionalización: “Si juegan con el azúcar, te la jugarán con tu cesta de la compra” (1949). |
Mr. Cube (Sr. Cubo), 1949 (personaje creado contra el riesgo de nacionalización de Tate & Lyle Sugar Co. |
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[1]El proyecto se desarrolló durante la primera mitad de 2016. https://projetositu.wordpress.com/2016/03/18/671/
[2]Una investigación reciente reconoce que, en el Brasil actual, 6 personas concentran y manejan una cantidad de riqueza que equivale a la suma de la riqueza de 100.000.000 de personas (lo que significa casi la mitad de la población del país).
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